17 de diciembre de 2014

Hazlo


Y entre lágrimas ella le pidió:
“Hazme la mujer más feliz del mundo o rómpeme el corazón para siempre, pero hazlo.” 

AGONÍA




Y entonces tus palabras se pierden, 
quedan mudas, ausentes, 
y duelen.

Se aferran a mis entrañas, 
a mis órganos, 
y a mi alma. 

Sin aviso sacan sus garras, 
yo suspiro, 
espero la emboscada.

Las puñaladas son directas, 
a los sueños, a la vida, 
mi esperanza. 

La ausencia se levanta, 
se impone 
y me desgarra.

Los abrazos se separan, 
y el recuerdo los remata.