2 de octubre de 2006

Un Seul Mot pour Toujours...

Aunque tus palabras se pierdan en olvidos,
y tu mirada intente la oscuridad,
te confieso que basta una palabra, una sonrisa, una caricia,
para arrancarme de la incipiente soledad.

Con giros casi humanos y tonos hilarantes,
acepto danzar contigo este sueño sin escalas,
en el que susurro que disfruto...
y que no temo renunciar...

...a caer y a contar...

Continúo con movimientos tibios, de acordeones sin control,
me acerco gritando a la locura de tu vida,
y en tu pecho encuentro el refugio de los dos,
bailamos y bailamos, atrincherados por miradas.

Te detienes y me dices:
“Tus caprichos, andanzas, sueños y temores,
siempre han sido de los dos,
intentamos y logramos hacer de ésta nuestra vida,
en la que hoy danzas por amor.”

Dejo escapar más de una palabra y un poema,
para siempre y para ti,
cuando en menos de un giro, ya cansados de reír,
escucho de tus labios, una palabra para mi.

No son poemas ni promesas, las que posas sobre mi,
es tu alma la que escucho, ya muy cerca y sin mentir;
una palabra para siempre es lo que queda para mi,
cuando veo que es tu mano la que intenta descubrir.

Queda una sola vuelta y yo aferrada a tu cintura,
respiro cada estrella, regalada con palabras,
esa vez cuando sin pensarlo, me invitaste a danzar,
este baile delirante que hoy vivimos de verdad.